Las espigas que se elevan al cielo
como pidiendo perdón por la tierra
por el hambre, la miseria y la guerra
en mi conciencia no alcanzan consuelo
Estoy enojado hace mucho tiempo
con estas formas de vida violenta
disfrutarlo todo como una fiesta
cuando otros sufren injusto tormento
Y quiero iniciar la dura batalla
para sembrar en mis versos delicias
convertirme en hombre y no ser canalla.
Porque en el mundo sobra la codicia
y falta en el arte que nos hermana
la voz incesante de la justicia.
domingo, 20 de febrero de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario