martes, 8 de septiembre de 2009

Breve historia y futuro inexorable de la palabra

Y un día los seres humanos
se cansaron de andar aullando.
Forma de ruido, sustancia de alma
fue surgiendo la palabra.
Debió ser el nombre de una mujer
el primer vocablo que nombró un hombre.
Y como no tenían otro remedio
hombre y mujer, mujer y hombre
pronunciaron la muerte por su nombre.
Milenios después vendría el psicoanálisis
y le llamaríamos inconciente
exactamente a lo innombrable.
Mucho tiempo antes los dioses se hicieron uno,
y a ese uno, quiere mi fe vestirlo de carne y sangre,
y llamarlo como a un hermano, el Verbo, Jesús.
Y un día los seres humanos
se cansarán de andar deshermanados
y será Jesús… vestido de Facundo o de Margarita
vestido de cualquier nombre, será Jesús
al mismo tiempo mi Dios y mi Hermano
y entonces tendrán razón de ser
no solamente las palabras
sino también, las cuerdas vocales.